(Por Hernán Díaz) - Tanto Argentina como Corea del Sur habían conseguido una victoria en su debut mundialista, contra Nigeria y Grecia respectivamente. Punteros del grupo B se enfrentaban en el Soccer City ubicado en la ciudad de Johannesburgo. Diego Maradona realizó un cambio con respecto al partido contra el equipo africano, sacó a Sebastián Verón, producto de una contractura en el gemelo, y puso a Maximiliano Rodríguez. Y el planteo varió.
En la primera parte del encuentro, la selección nacional tomaba la iniciativa y llegaba al arco rival con cierta claridad. Messi intentaba hacerse dueño de la pelota y con algunos arranques. Debido a la buena marca que le impuso el equipo asiático, generaba alguna que otra jugada de peligro. Argentina llegó al primer gol después de un tiro libre que ejecutó el crack del Barcelona, Samuel se quedó corto con el cabezazo y la pelota, traicionera, le dio a Chu-Young Park en su pierna y metió el gol en contra que le dio la ventaja a la Argentina.
A partir de este tanto, el seleccionado coreano era incisivo pero no hacía daño, solo tuvo un remate que pasó cerca del travesaño del arco que cubría Romero. En la mitad del primer tiempo salió Samuel, lesionado debido a una contractura, sustituido por Burdisso.
Las buenas actuaciones de Tevez y Di María hicieron que Argentina utilizara bien los costados de la cancha, además de estar bien parado en defensa. Parecido al primero fue el segundo gol, centro de Messi casi desde el mismo lugar y Burdisso metió un pase con la cabeza a Higuaín, que habilitado, concretó de cabeza el 2 a 0. Sobre el final del primer tiempo Demichelis, de mala actuación, se durmió en defensa y Chung-Yong Lee le robó la pelota y marcó el descuento.
Imaginábamos que Argentina sufriría nuevamente como en el partido contra Nigeria, nada de eso sucedería. El equipo dirigido por Maradona tomaba la iniciativa como en el primer tiempo, pero había que tener cuidado en el fondo. Solo hubo un susto que llegó acompañado de una muy buena jugada coreana que el volante izquierdo definió mal.
Antes de la mitad del segundo tiempo, la Selección nacional se apagó, no generaba jugadas de peligro y tampoco controlaba la pelota. Maradona consultaba con Mancuso y Enrique los posibles cambios. Así ingresó Agüero por Tevez y el equipo argentino cambió de rol.
El Kun se juntaba con Messi y hacían temblar a la defensa contraria. Así llegaron dos goles, gracias a las jugadas de ambos Higuaín metió el tercero abajo del arco y luego de una perfecta combinación de paredes cabeceó a contra pierna del arquero Jung y selló el partido. Bolatti jugó el final del partido ingresando por la figura Gonzalo Higuaín.
La albiceleste obtuvo su segunda victoria, y el sueño de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 cada vez está más cerca.
Foto: La Voz del Interior
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