(Por Emanuel Pesaresi) - El estadio Soccer City de Johannesburgo, fue esta tarde el escenario de una de las finales mas atípicas de los últimos mundiales, ya que se enfrentaron dos selecciones, que nunca habían logrado a lo largo de su historia levantar la Copa, hecho que no sucedía desde aquella final de Argentina 1978, donde holandeses y argentinos dieron la vida en la cancha y al final la gloria fue para los locales.
Esta vez al igual que 32 años atrás, Holanda volvió a estar presente en el partido decisivo, tras una primera ronda de 9 puntos, pudo dejar en el camino a Eslovaquia en octavos y en cuartos y semifinales a Brasil y a Uruguay respectivamente, para así llegar a estar entre los dos mejores, pero en la final se encontró con el gran favorito, “La Furia Roja”, España que aunque comenzó el torneo con un tropiezo frente a la débil Suiza, sacó su buen juego y con el logró ganar los dos partidos siguientes a Honduras y a Chile, para así meterse en la segunda ronda, donde con todos resultados de 1 a 0 pero merecidamente, venció a Portugal en octavos, a Paraguay en cuartos y a la poderosa Alemania en semifinal para de esta manera acceder por primera vez en su historia a la final de una Copa del Mundo.
El partido comenzó con un claro dominio ibérico, tanto así que apenas a los cinco minutos Sergio Ramos con un cabezazo pudo abrir el marcador, pero el guardameta holandés Stekelemburg ahogó el grito de gol.
Aunque España manejaba la pelota con Xavi buscando a Villa constantemente por el medio, el arco no se le abría a los de Del Bosque y cuando promediaban los 20 minutos, Holanda comenzó a manejar mas la pelota y a buscar por medio de Robben llegar al arco de Casillas, pero tampoco lo lograba. El encuentro cayó en una meseta donde predominaba el juego brusco, que dejó 8 amonestados en la primera mitad, 5 holandeses y 3 españoles y donde ninguno de los dos podía llegar con claridad al arco rival, hasta que cuando se esfumaba la primera mitad Robben encontró una pelota al borde del área española, disparó al arco pero Casillas salvó a su equipo.
En la segunda mitad el partido se soltó y ambas selecciones fueron con todo a buscar el gol, pero este no aparecía, Robben estuvo muy cerca de encontrarlo cuando promediaban los 20 minutos luego de una gran habilitación en profundidad de Sneijder, con la que el delantero naranja, quedó solo frente al arquero y definió a su derecha, pero en gran forma Casillas nuevamente sacó la pelota.
España no se quedó atrás y a los 24 minutos, tras un centro, Villa recibió una pelota al borde del area chica y de ahí pateó al arco, pero Heitinga desde el suelo mantuvo en cero la valla de Holanda, ya cuando faltaban 15 minutos para el final del encuentro, Ramos volvió a tener la victoria en su cabeza tras un tiro de esquina, pero la mandó por encima del travesaño dejando el marcador en cero con el que finalizó el partido.
En el comienzo del alargue Vicente del Bosque puso a Fabregas en la cancha dándole mas rapidez y profundidad al ataque español y a los 4 minutos, el recién ingresado pateó desde afuera del área y una vez mas Stekelemburg se quedó con la Jabulani, en el resto del tiempo extra, los Ibéricos fueron superiores, pero el gol no llegaba y cuando promediaban los 4 minutos de la segunda mitad del alargue, Heitinga fue expulsado por doble amonestación, lo que le dio mas aire a España, que minutos mas tarde por medio de Iniesta quien desde el borde del área chica fusiló a Stekelemburg consiguió el 1 a 0 definitivo, con el que se consagró por primera vez en la historia campeón de la Copa del Mundo de la FIFA.
martes, 13 de julio de 2010
martes, 6 de julio de 2010
Ahora viene lo típico
(Especial por Nicanor Olivetto, alumno de 2º año) - Ahora viene lo típico, más de lo mismo. La eliminación de la Selección argentina en ante Alemania trae al cuerpo los sentimientos repetidos que cada cuatro años se dan desde 1990. Durante la semana que viene, vamos a escuchar periodismo de todo tipo: los que hacen leña del árbol caído, los que defienden el proceso, los que hablan de peleas internas en el grupo y los que sostienen que no se puede tomar el fútbol como la vida. Pero hay un clima triunfalista que se crea a partir de tantas publicidades, cierta necesidad de buscar felicidad, un periodismo que busca vender ideas más que formarlas y una idiosincrasia soberbia de la masa del pueblo. Todos estos factores crean al monstruo, una sociedad que no sabe controlar sus emociones ni analizar fríamente los hechos.
Sabemos que esto es fútbol, un deporte en equipo con once jugadores por lado y una pelota que se tiene que meter en el arco rival para definir el resultado. Pero este hermoso juego, se sabe, es pasión de multitudes, y donde la gente pone el ojo también lo ponen los empresarios, las grandes marcas, los lucradores. Así, la pelota se ha transformado en el negocio más grande del mundo y el mundial en el evento cumbre de él. Los que tratan de sacar ventaja por medio de esto buscan una consumición excesiva por parte del oyente, televidente lector o espectador. La manera de lograrlo contiene siempre un mismo discurso: “Argentina va a ser campeón del mundo”.
El pueblo compra, dentro de él también están los periodistas que, al ser personas se creen lo mismo que el común de la gente. Ellos dan su punto de vista y la mayoría de veces es bueno ante cualquier victoria del seleccionado, el receptor capta el mensaje (“si lo dicen ellos que tanto saben…”) y agranda su bola de alegría y triunfalismo. Cuando Argentina cae derrotada sale lo peor de ellos. La gente es igual. Complicidad mutua. Por suerte, todavía quedan algunos reporteros talentos que no caen en este círculo vicioso.
Abran los ojos, argentinos. En un torneo como este hay que ir paso a paso, no festejen en el obelisco un triunfo de primera ronda si después van a decir que perder en cuartos es fracaso, no digan que tenemos el mejor equipo del mundo después de jugar contra selecciones de menor jerarquía y golearlas, no caigan sobre Messi, es el mejor y no hay dudas. No sean tan básicos.
Parece que se muere el fútbol cuando el conjunto nacional queda eliminado de una Copa del Mundo, pero no es así. Este deporte nunca va a dejar de cautivar a buenos y malos, nunca va a dejar de ser pasión, nunca nos va a cansar, pero esperemos que algún día lo podamos analizar con los ojos abiertos, ojalá el argentino se prepare mejor, que sea más frío de la cabeza, de la parte caliente se ocupa el corazón. Nuestra pasión no es ese exitismo criticón disfrazado de folclore. Nos vemos en cuatro años, Mundial.
Sabemos que esto es fútbol, un deporte en equipo con once jugadores por lado y una pelota que se tiene que meter en el arco rival para definir el resultado. Pero este hermoso juego, se sabe, es pasión de multitudes, y donde la gente pone el ojo también lo ponen los empresarios, las grandes marcas, los lucradores. Así, la pelota se ha transformado en el negocio más grande del mundo y el mundial en el evento cumbre de él. Los que tratan de sacar ventaja por medio de esto buscan una consumición excesiva por parte del oyente, televidente lector o espectador. La manera de lograrlo contiene siempre un mismo discurso: “Argentina va a ser campeón del mundo”.
El pueblo compra, dentro de él también están los periodistas que, al ser personas se creen lo mismo que el común de la gente. Ellos dan su punto de vista y la mayoría de veces es bueno ante cualquier victoria del seleccionado, el receptor capta el mensaje (“si lo dicen ellos que tanto saben…”) y agranda su bola de alegría y triunfalismo. Cuando Argentina cae derrotada sale lo peor de ellos. La gente es igual. Complicidad mutua. Por suerte, todavía quedan algunos reporteros talentos que no caen en este círculo vicioso.
Abran los ojos, argentinos. En un torneo como este hay que ir paso a paso, no festejen en el obelisco un triunfo de primera ronda si después van a decir que perder en cuartos es fracaso, no digan que tenemos el mejor equipo del mundo después de jugar contra selecciones de menor jerarquía y golearlas, no caigan sobre Messi, es el mejor y no hay dudas. No sean tan básicos.
Parece que se muere el fútbol cuando el conjunto nacional queda eliminado de una Copa del Mundo, pero no es así. Este deporte nunca va a dejar de cautivar a buenos y malos, nunca va a dejar de ser pasión, nunca nos va a cansar, pero esperemos que algún día lo podamos analizar con los ojos abiertos, ojalá el argentino se prepare mejor, que sea más frío de la cabeza, de la parte caliente se ocupa el corazón. Nuestra pasión no es ese exitismo criticón disfrazado de folclore. Nos vemos en cuatro años, Mundial.
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martes, 29 de junio de 2010
¡Andale Argentina!
(Por Sebastián Aguilera) - La Selección Argentina derrotó a México por 3 a 1 y se aseguró el pase a Cuartos de Final de Sudáfrica 2010. Más allá de la victoria, las falencias mostradas por la defensa nacional sembraron un poco de incertidumbre de cara al futuro. Tévez, Higuaín, Heinze y Otamendi, las figuras.
Había que ganar y se ganó y quizás todo análisis, comentario o crítica que se pueda hacer al respecto del partido pasará a un segundo plano ante el inapelable hecho de haber cumplido el objetivo. Argentina está en cuartos de final, es uno de los equipos más goleadores del torneo, tiene al artillero del Mundial y solo eso bastaría para dormir tranquilos e ilusionados de cara al futuro.
Sin embargo, uno se ve obligado a poner la lupa y dar una observación detallada de lo que fue el partido frente a México. Incluso, a riesgo de que toda esa esperanza que mencioné antes, se pueda llegar a ver un tanto debilitada.
En plan de eso hay que decir que a la Argentina le costó demasiado superar a un rival que, a priori, todos veían como un trámite. El planteo de Javier Aguirre – que de esto de dirigir sabe bastante- logró su objetivo. Sus dos líneas de cuatro le quitaron la pelota a los de Maradona y hasta llegaron a hacer tambalear el arco de Romero con dos remates de media distancia – uno pegó en el travesaño y el otro se fue rozando el palo-.
Pero claro, este modelo 2010 de la selección Albiceleste, tiene un plus, un arma letal que aparece en el momento justo. Argentina tiene a Lionel Messi y tan solo una escapada de él con asistencia incluida, tras rebote en Oscar Pérez, bastaron para que Carlos Tévez, en claro offside, cabeceara con el arco vacío y pusiera el 1 a 0. Siete minutos después, Ricardo Osorio se equivocó feo y todo fue merito de Gonzalo Higuaín que se sacó de encima a su marca y estiró la ventaja a dos, transformándose en el goleador de la Copa… Fin del primer tiempo y sensación de partido definido.
¿Dónde había quedado el planteo de México para estas alturas? Archivado en un cajón. Para la segunda mitad y, más aún con el 3 a 0 que llegaría, otra vez, por cortesía del Apache, el entrenador azteca se decidió por atacar, se olvidó del control de la pelota y terminó poniendo cuatro delanteros en cancha. Del otro lado, Maradona realizó cambios que no dieron resultado y solo sirvieron para regalar, de manera exagerada, terreno y posesión
Fue allí que se empezaron a encender las alarmas que ponen algo de preocupación de cara al encuentro frente a Alemania. Con poco, los de Aguirre se las ingeniaron para complicar en demasía a una defensa que, de la mano de un inseguro Martín Demichellis, demostró muchas falencias a la hora de marcar y dejó en claro que ese es el punto más débil del equipo.
Así, entre remates que pasaban cerca, contraataques que no llegaban a inquietar, salvadas en la línea y centros al por mayor llegaron, primero, el descuento por intermedio de Javier Hernández y luego, el pitazo final que aseguró el pase a Cuartos.
Argentina ganó y, más allá del embate final de su rival, no sufrió demasiado. Ahora, afrontará su partido más duro en lo que va del Mundial. En frente estará Alemania y si bien hay muchos motivos para pensar en la clasificación a las Semifinales, la sensación de que un equipo de buen nivel puede traer serios problemas y la inseguridad que esto genera, están más presentes que nunca.
Foto: El Argentino
Había que ganar y se ganó y quizás todo análisis, comentario o crítica que se pueda hacer al respecto del partido pasará a un segundo plano ante el inapelable hecho de haber cumplido el objetivo. Argentina está en cuartos de final, es uno de los equipos más goleadores del torneo, tiene al artillero del Mundial y solo eso bastaría para dormir tranquilos e ilusionados de cara al futuro.
Sin embargo, uno se ve obligado a poner la lupa y dar una observación detallada de lo que fue el partido frente a México. Incluso, a riesgo de que toda esa esperanza que mencioné antes, se pueda llegar a ver un tanto debilitada.
En plan de eso hay que decir que a la Argentina le costó demasiado superar a un rival que, a priori, todos veían como un trámite. El planteo de Javier Aguirre – que de esto de dirigir sabe bastante- logró su objetivo. Sus dos líneas de cuatro le quitaron la pelota a los de Maradona y hasta llegaron a hacer tambalear el arco de Romero con dos remates de media distancia – uno pegó en el travesaño y el otro se fue rozando el palo-.
Pero claro, este modelo 2010 de la selección Albiceleste, tiene un plus, un arma letal que aparece en el momento justo. Argentina tiene a Lionel Messi y tan solo una escapada de él con asistencia incluida, tras rebote en Oscar Pérez, bastaron para que Carlos Tévez, en claro offside, cabeceara con el arco vacío y pusiera el 1 a 0. Siete minutos después, Ricardo Osorio se equivocó feo y todo fue merito de Gonzalo Higuaín que se sacó de encima a su marca y estiró la ventaja a dos, transformándose en el goleador de la Copa… Fin del primer tiempo y sensación de partido definido.
¿Dónde había quedado el planteo de México para estas alturas? Archivado en un cajón. Para la segunda mitad y, más aún con el 3 a 0 que llegaría, otra vez, por cortesía del Apache, el entrenador azteca se decidió por atacar, se olvidó del control de la pelota y terminó poniendo cuatro delanteros en cancha. Del otro lado, Maradona realizó cambios que no dieron resultado y solo sirvieron para regalar, de manera exagerada, terreno y posesión
Fue allí que se empezaron a encender las alarmas que ponen algo de preocupación de cara al encuentro frente a Alemania. Con poco, los de Aguirre se las ingeniaron para complicar en demasía a una defensa que, de la mano de un inseguro Martín Demichellis, demostró muchas falencias a la hora de marcar y dejó en claro que ese es el punto más débil del equipo.
Así, entre remates que pasaban cerca, contraataques que no llegaban a inquietar, salvadas en la línea y centros al por mayor llegaron, primero, el descuento por intermedio de Javier Hernández y luego, el pitazo final que aseguró el pase a Cuartos.
Argentina ganó y, más allá del embate final de su rival, no sufrió demasiado. Ahora, afrontará su partido más duro en lo que va del Mundial. En frente estará Alemania y si bien hay muchos motivos para pensar en la clasificación a las Semifinales, la sensación de que un equipo de buen nivel puede traer serios problemas y la inseguridad que esto genera, están más presentes que nunca.
Foto: El Argentino
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miércoles, 23 de junio de 2010
La frutilla del postre
(Por Rocío Barrera) - La selección Argentina aseguró el pase a octavos de final de la Copa del Mundo. En el estadio Peter Mokaba ubicado en la ciudad de Polokwane venció 2-0 a Grecia con goles de Demichelis y Palermo a los 32’ y 43’ minutos del segundo tiempo respectivamente. Con este resultado el equipo dirigido por Maradona sostiene el primer puesto del Grupo B y se afirma como uno de los candidatos a quedarse con el mundial. El domingo deberá enfrentarse a México a las 15:30hs de Argentina en el estadio Soccer City de Johannesburgo por un lugar en los cuartos de final.
Solo una catástrofe podía dejar afuera a la albiceleste, por ese motivo el Dt argentino decidió reservar algunos jugadores. Otamendi, Clemente Rodríguez, Burdisso, Bolatti, Agüero y Diego Milito hicieron su presentación desde el arranque y Verón volvía a la titularidad luego de su parate frente a Corea. Descanso obligado tuvo Jonás Gutiérrez por haber acumulado dos tarjetas amarillas y el técnico además prefirió guardar a Javier Mascherano, quien cedió la capitanía a Lionel Messi siendo el jugador más joven de la historia en llevar la cinta.
En la primera parte el equipo argentino tuvo la pelota y llegó algunas veces con peligro al arco griego, pero se encontró con la respuesta de Tzorvas. Una jugada personal del Kun y dos remates de afuera del área fueron las llegadas de la selección nacional, que manejaba la pelota mientras Grecia se refugiaba a la espera de un contraataque.
La primera mitad del segundo tiempo se mantuvo de la misma forma hasta que Maradona junto a sus ayudantes de campo, Mancuso y Héctor Enrique, decidieron dos ingresos. Primero lo hizo Di María por Maxi Rodríguez, luego Pastore por Agüero. Con el empate el equipo europeo quedaba afuera del mundial y de a poco fue saliendo de su campo y dejando espacios para el ataque argentino. Los griegos nunca preocuparon con seriedad, sin embargo a partir de una distracción del defensor del Bayern Munich, Samarás tuvo su chance que terminó muy cerca del palo izquierdo de Romero.
A falta de 13 minutos llegaría la primera alegría, Messi pateó un córner desde la derecha que cabeceó Demichelis, quien luego de tomar el rebote en Diego Milito, puso de zurda el 1-0 para Argentina. Cuando parecía que el partido moría con ese resultado, Palermo ingresó por el delantero del Inter y sobre el final del partido, luego de una gran jugada de Messi que rechazó el arquero griego el goleador que todos pedían liquidó el encuentro con un toque de derecha. La selección ya tiene la cabeza puesta en México y en el “verdadero comienzo del mundial”.
Foto: La Razón
Solo una catástrofe podía dejar afuera a la albiceleste, por ese motivo el Dt argentino decidió reservar algunos jugadores. Otamendi, Clemente Rodríguez, Burdisso, Bolatti, Agüero y Diego Milito hicieron su presentación desde el arranque y Verón volvía a la titularidad luego de su parate frente a Corea. Descanso obligado tuvo Jonás Gutiérrez por haber acumulado dos tarjetas amarillas y el técnico además prefirió guardar a Javier Mascherano, quien cedió la capitanía a Lionel Messi siendo el jugador más joven de la historia en llevar la cinta.
En la primera parte el equipo argentino tuvo la pelota y llegó algunas veces con peligro al arco griego, pero se encontró con la respuesta de Tzorvas. Una jugada personal del Kun y dos remates de afuera del área fueron las llegadas de la selección nacional, que manejaba la pelota mientras Grecia se refugiaba a la espera de un contraataque.
La primera mitad del segundo tiempo se mantuvo de la misma forma hasta que Maradona junto a sus ayudantes de campo, Mancuso y Héctor Enrique, decidieron dos ingresos. Primero lo hizo Di María por Maxi Rodríguez, luego Pastore por Agüero. Con el empate el equipo europeo quedaba afuera del mundial y de a poco fue saliendo de su campo y dejando espacios para el ataque argentino. Los griegos nunca preocuparon con seriedad, sin embargo a partir de una distracción del defensor del Bayern Munich, Samarás tuvo su chance que terminó muy cerca del palo izquierdo de Romero.
A falta de 13 minutos llegaría la primera alegría, Messi pateó un córner desde la derecha que cabeceó Demichelis, quien luego de tomar el rebote en Diego Milito, puso de zurda el 1-0 para Argentina. Cuando parecía que el partido moría con ese resultado, Palermo ingresó por el delantero del Inter y sobre el final del partido, luego de una gran jugada de Messi que rechazó el arquero griego el goleador que todos pedían liquidó el encuentro con un toque de derecha. La selección ya tiene la cabeza puesta en México y en el “verdadero comienzo del mundial”.
Foto: La Razón
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jueves, 17 de junio de 2010
A un paso de la siguiente ronda
(Por Hernán Díaz) - Tanto Argentina como Corea del Sur habían conseguido una victoria en su debut mundialista, contra Nigeria y Grecia respectivamente. Punteros del grupo B se enfrentaban en el Soccer City ubicado en la ciudad de Johannesburgo. Diego Maradona realizó un cambio con respecto al partido contra el equipo africano, sacó a Sebastián Verón, producto de una contractura en el gemelo, y puso a Maximiliano Rodríguez. Y el planteo varió.
En la primera parte del encuentro, la selección nacional tomaba la iniciativa y llegaba al arco rival con cierta claridad. Messi intentaba hacerse dueño de la pelota y con algunos arranques. Debido a la buena marca que le impuso el equipo asiático, generaba alguna que otra jugada de peligro. Argentina llegó al primer gol después de un tiro libre que ejecutó el crack del Barcelona, Samuel se quedó corto con el cabezazo y la pelota, traicionera, le dio a Chu-Young Park en su pierna y metió el gol en contra que le dio la ventaja a la Argentina.
A partir de este tanto, el seleccionado coreano era incisivo pero no hacía daño, solo tuvo un remate que pasó cerca del travesaño del arco que cubría Romero. En la mitad del primer tiempo salió Samuel, lesionado debido a una contractura, sustituido por Burdisso.
Las buenas actuaciones de Tevez y Di María hicieron que Argentina utilizara bien los costados de la cancha, además de estar bien parado en defensa. Parecido al primero fue el segundo gol, centro de Messi casi desde el mismo lugar y Burdisso metió un pase con la cabeza a Higuaín, que habilitado, concretó de cabeza el 2 a 0. Sobre el final del primer tiempo Demichelis, de mala actuación, se durmió en defensa y Chung-Yong Lee le robó la pelota y marcó el descuento.
Imaginábamos que Argentina sufriría nuevamente como en el partido contra Nigeria, nada de eso sucedería. El equipo dirigido por Maradona tomaba la iniciativa como en el primer tiempo, pero había que tener cuidado en el fondo. Solo hubo un susto que llegó acompañado de una muy buena jugada coreana que el volante izquierdo definió mal.
Antes de la mitad del segundo tiempo, la Selección nacional se apagó, no generaba jugadas de peligro y tampoco controlaba la pelota. Maradona consultaba con Mancuso y Enrique los posibles cambios. Así ingresó Agüero por Tevez y el equipo argentino cambió de rol.
El Kun se juntaba con Messi y hacían temblar a la defensa contraria. Así llegaron dos goles, gracias a las jugadas de ambos Higuaín metió el tercero abajo del arco y luego de una perfecta combinación de paredes cabeceó a contra pierna del arquero Jung y selló el partido. Bolatti jugó el final del partido ingresando por la figura Gonzalo Higuaín.
La albiceleste obtuvo su segunda victoria, y el sueño de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 cada vez está más cerca.
Foto: La Voz del Interior
En la primera parte del encuentro, la selección nacional tomaba la iniciativa y llegaba al arco rival con cierta claridad. Messi intentaba hacerse dueño de la pelota y con algunos arranques. Debido a la buena marca que le impuso el equipo asiático, generaba alguna que otra jugada de peligro. Argentina llegó al primer gol después de un tiro libre que ejecutó el crack del Barcelona, Samuel se quedó corto con el cabezazo y la pelota, traicionera, le dio a Chu-Young Park en su pierna y metió el gol en contra que le dio la ventaja a la Argentina.
A partir de este tanto, el seleccionado coreano era incisivo pero no hacía daño, solo tuvo un remate que pasó cerca del travesaño del arco que cubría Romero. En la mitad del primer tiempo salió Samuel, lesionado debido a una contractura, sustituido por Burdisso.
Las buenas actuaciones de Tevez y Di María hicieron que Argentina utilizara bien los costados de la cancha, además de estar bien parado en defensa. Parecido al primero fue el segundo gol, centro de Messi casi desde el mismo lugar y Burdisso metió un pase con la cabeza a Higuaín, que habilitado, concretó de cabeza el 2 a 0. Sobre el final del primer tiempo Demichelis, de mala actuación, se durmió en defensa y Chung-Yong Lee le robó la pelota y marcó el descuento.
Imaginábamos que Argentina sufriría nuevamente como en el partido contra Nigeria, nada de eso sucedería. El equipo dirigido por Maradona tomaba la iniciativa como en el primer tiempo, pero había que tener cuidado en el fondo. Solo hubo un susto que llegó acompañado de una muy buena jugada coreana que el volante izquierdo definió mal.
Antes de la mitad del segundo tiempo, la Selección nacional se apagó, no generaba jugadas de peligro y tampoco controlaba la pelota. Maradona consultaba con Mancuso y Enrique los posibles cambios. Así ingresó Agüero por Tevez y el equipo argentino cambió de rol.
El Kun se juntaba con Messi y hacían temblar a la defensa contraria. Así llegaron dos goles, gracias a las jugadas de ambos Higuaín metió el tercero abajo del arco y luego de una perfecta combinación de paredes cabeceó a contra pierna del arquero Jung y selló el partido. Bolatti jugó el final del partido ingresando por la figura Gonzalo Higuaín.
La albiceleste obtuvo su segunda victoria, y el sueño de la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 cada vez está más cerca.
Foto: La Voz del Interior
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sábado, 12 de junio de 2010
Un triunfo que alimenta la ilusión
(Por Leandro Bravo) - Después de cuatro años, de una Eliminatoria difícil y de dos técnicos para la Selección Argentina la pelota volvió a rodar en un mundial. El 12 de junio de 2010 va a quedar en la memoria de los fanáticos del fútbol como el comienzo de una nueva ilusión para conseguir la tercera copa del mundo.
Desde el momento que el silbato sonó, se terminó la ciencia exacta. Esa que previa al partido se conoce como juego con cuatro, tres o cinco en el fondo; lo ataco por las bandas; lleno el área de centros o busco al jugador estrella para que pueda crear una jugada espectacular.
Comenzó lo imprevisible, el fútbol se puede estudiar, diagramar y hasta hacer estadísticas. Pero cuando la pelota rueda son once contra once y todo el estudio previo ya no existe. Cada jugador depende de sí mismo y del compañerismo del equipo. Argentina parece haberlo encontrado.
El primer tiempo arrancó con la Argentina al ataque y eso rindió frutos. A los seis minutos apareció el primer y único gol del encuentro; luego de un córner, Gabriel Heinze conectó un cabezazo espectacular que se coló en el ángulo derecho del arquero nigeriano. Un golazo pero, todo esto de estar volcado al ataque trae sus consecuencias. El equipo africano jugó al contra-ataque y provocó unas cuantas situaciones de peligro. Eso y una amarilla a Jonás Gutiérrez fue todo lo que sucedió en el primer tiempo.
Argentina era más, pero tenía falencias en la definición y en tapar los agujeros que se dejaban cuando los defensores subían a buscar los centros de las pelotas paradas.
En el segundo tiempo, el equipo nigeriano se plantó en ataque y era la Argentina la que esperaba para la contra. No pasó demasiado, el equipo de Diego Maradona aguantó el resultado y buscó con esporádicas situaciones de la mano de un encendido Lionel Messi.
Lo importantes es que la Selección ganó, que tiene tres puntos y que es un empujón anímico para afrontar lo que queda de la fase de grupos.
Los optimistas te pueden decir que el triunfo sirve para afianzar el grupo y para liberar un poco de espacio en la mente para enfrentar a Corea, que ganó su partido contundentemente. Los pesimistas te pueden decir que en el fiasco del 2002 también le ganamos a Nigeria en la primera fecha y 1 uno a 0
Lo que yo te puedo decir es que Argentina ganó y que más de treinta y tres millones de personas, están contentas
Desde el momento que el silbato sonó, se terminó la ciencia exacta. Esa que previa al partido se conoce como juego con cuatro, tres o cinco en el fondo; lo ataco por las bandas; lleno el área de centros o busco al jugador estrella para que pueda crear una jugada espectacular.
Comenzó lo imprevisible, el fútbol se puede estudiar, diagramar y hasta hacer estadísticas. Pero cuando la pelota rueda son once contra once y todo el estudio previo ya no existe. Cada jugador depende de sí mismo y del compañerismo del equipo. Argentina parece haberlo encontrado.
El primer tiempo arrancó con la Argentina al ataque y eso rindió frutos. A los seis minutos apareció el primer y único gol del encuentro; luego de un córner, Gabriel Heinze conectó un cabezazo espectacular que se coló en el ángulo derecho del arquero nigeriano. Un golazo pero, todo esto de estar volcado al ataque trae sus consecuencias. El equipo africano jugó al contra-ataque y provocó unas cuantas situaciones de peligro. Eso y una amarilla a Jonás Gutiérrez fue todo lo que sucedió en el primer tiempo.
Argentina era más, pero tenía falencias en la definición y en tapar los agujeros que se dejaban cuando los defensores subían a buscar los centros de las pelotas paradas.
En el segundo tiempo, el equipo nigeriano se plantó en ataque y era la Argentina la que esperaba para la contra. No pasó demasiado, el equipo de Diego Maradona aguantó el resultado y buscó con esporádicas situaciones de la mano de un encendido Lionel Messi.
Lo importantes es que la Selección ganó, que tiene tres puntos y que es un empujón anímico para afrontar lo que queda de la fase de grupos.
Los optimistas te pueden decir que el triunfo sirve para afianzar el grupo y para liberar un poco de espacio en la mente para enfrentar a Corea, que ganó su partido contundentemente. Los pesimistas te pueden decir que en el fiasco del 2002 también le ganamos a Nigeria en la primera fecha y 1 uno a 0
Lo que yo te puedo decir es que Argentina ganó y que más de treinta y tres millones de personas, están contentas
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viernes, 11 de junio de 2010
Inauguración Mundial Sudáfrica 2010
(Por Pablo Puglisi) - La espera llegó al final, la ansiedad comenzó a quedar de lado, el recital de apertura que se vivió el jueves fue el aperitivo para el inicio más esperado. El pueblo sudafricano se olvidó por unos días de su realidad social y le dio la bienvenida a la XIX Copa Mundial de Fútbol en el estadio Soccer City ubicado en la ciudad de Johannesburgo. Desde muy temprano el campo de juego estuvo cubierto por una lona mientras que en el cielo tres cazas del Ejército y cinco aviones realizaban acrobacias y entretenían a las personas que iban llenando el estadio. A la hora señalada la pantalla gigante, ubicada en una de las tribunas, mostró el conteo regresivo y el primer plano de la cara de una nena transportaba a diferentes lugares del continente africano que por primera vez en la historia es el anfitrión del evento deportivo más importante del mundo.
El color y el ruido de las vuvuzelas fueron los grandes protagonistas de la ceremonia de apertura, el predominio de color amarillo y las danzas tradicionales de las tribus locales se destacaron y un gran escarabajo desfiló mientras que en un mapa del continente elaborado con telas típicas aparecieron huellas humanas que se encaminaban hacia el norte.
En el círculo central una espectacular réplica del estadio Soccer City no dejó detalles librados al azar. Nadie intentó disimular en que lugar del mundo se va a disputar este mundial, cada país africano que será protagonista tuvo su lugar para cantar y bailar.
Con gran despliegue se formaron los nombres de los 32 países que intentarán alzar la Copa del Mundo, culminando con Sudáfrica para que estalle de alegría el público local. A poco del final, se formó el logotipo oficial de FIFA para el Mundial 2010 y se proyectó un video con jugadas, recuerdos, historia, momentos y música.
"La Copa Mundial de la FIFA está en Sudáfrica, el sueño se hace realidad gracias al espíritu de Nelson Mandela y al pueblo sudafricano", con este mensaje fue inaugurado el Mundial por Joseph Blatter, presidente de la FIFA. La lona desapareció y la Selección local y la mexicana ingresaron al campo y se hicieron parte de la fiesta. La pelota empezó a escribir su historia.
Foto: Siglo 21
El color y el ruido de las vuvuzelas fueron los grandes protagonistas de la ceremonia de apertura, el predominio de color amarillo y las danzas tradicionales de las tribus locales se destacaron y un gran escarabajo desfiló mientras que en un mapa del continente elaborado con telas típicas aparecieron huellas humanas que se encaminaban hacia el norte.
En el círculo central una espectacular réplica del estadio Soccer City no dejó detalles librados al azar. Nadie intentó disimular en que lugar del mundo se va a disputar este mundial, cada país africano que será protagonista tuvo su lugar para cantar y bailar.
Con gran despliegue se formaron los nombres de los 32 países que intentarán alzar la Copa del Mundo, culminando con Sudáfrica para que estalle de alegría el público local. A poco del final, se formó el logotipo oficial de FIFA para el Mundial 2010 y se proyectó un video con jugadas, recuerdos, historia, momentos y música.
"La Copa Mundial de la FIFA está en Sudáfrica, el sueño se hace realidad gracias al espíritu de Nelson Mandela y al pueblo sudafricano", con este mensaje fue inaugurado el Mundial por Joseph Blatter, presidente de la FIFA. La lona desapareció y la Selección local y la mexicana ingresaron al campo y se hicieron parte de la fiesta. La pelota empezó a escribir su historia.
Foto: Siglo 21
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